Cobertura de Prensa
Feb 02, 2014
Traduciendo tuits a más de 30 idiomas: Robert Laing, director ejecutivo de Gengo
Traducir correos electrónicos y tuits del japonés a una variedad de idiomas por Internet: esa es la misión de Gengo (Tokio/Shibuya), que se ha vuelto muy reconocido como servicio de traducción. Sus ventajas son los precios bajos que solo Internet puede proporcionar y una red global de más de 10 000 traductores. Además de ofrecer traducción de japonés a inglés y chino, Gengo también puede traducir de inglés a más de 30 idiomas, entre ellos, francés y tagalo. «Queremos derribar las barreras lingüísticas», dice Robert Laing, el juvenil fundador de la empresa, de 34 años.
Laing nació en Australia, pero sus padres eran del Reino Unido, por lo que tiene doble ciudadanía. Mientras trabajaba en Londres como diseñador web, se casó con una japonesa que vivía en el área. Se mudó a Japón en 2006. Aunque Laing tenía la experiencia de vivir en varios países distintos, solo cuando llegó a Japón se encontró con la barrera lingüística. Muchos de los trabajos de diseño web que le ofrecían estaban en japonés. Dejó de tener tantos encargos y sus ingresos disminuyeron drásticamente.
El punto de inflexión llegó en 2007. Por medio de un amigo, conoció a Matthew Imai Romaine, de Sony. Se llevaron muy bien y, en 2009, en un apartamento de Ikebukuro, Laing fundó MyGengo (actualmente Gengo) junto con Romaine. Así comenzó su servicio de traducción económico, pero de alta calidad.
En el servicio de Gengo, los clientes envían el texto que quieren traducir y luego se asigna el pedido a uno de los 10 000 traductores de la empresa en todo el mundo. Los resultados pueden llegar en apenas 10 minutos. Los precios comienzan a cinco yenes por palabra o tres yenes por carácter. Eso es apenas un quinto de lo que cobran normalmente las agencias de traducción.
En sus principios, algunas personas del mundo de los negocios se burlaban diciendo que Gengo era «demasiado barato» y que sus precios bajos «deben ser por la mala calidad». En los primeros seis meses después de su fundación, los ingresos de Gengo iban de menos de 100 000 hasta alrededor de 200 000 yenes al mes.
No obstante, un año después del inicio del servicio, la base de clientes de Gengo iba en aumento. La cantidad de traductores (300 en la fundación de Gengo) también se incrementó rápidamente. Los detalles financieros de Gengo no se divulgan al público, pero en 2013 recibió un total de 1,2 mil millones de yenes de inversores como NTT Docomo. Rakuten y YouTube, el sitio de video de Google, también usan sus servicios.
A medida que la empresa crece, da mayor importancia a «preservar la calidad de nuestras traducciones». Para convertirse en traductores, los postulantes deben pasar un examen que tiene un porcentaje de aprobación de apenas 10 %. Las evaluaciones bajas de parte de los clientes hacen disminuir la calificación de trabajo del traductor, y pueden influir en la cantidad de trabajos que se le asignan. En la actualidad, Gengo planea incrementar la cantidad de traductores a 100 000, manteniendo la calidad de las traducciones del servicio.
Ya que la agencia de traducción maneja todo su trabajo por Internet, no necesariamente debe tener oficina en Japón. Cuando le preguntan a Laing si no quiere mudarse a Silicon Valley, se ríe y dice «Me gusta Japón». Parece que el servicio que trabaja para unir a los idiomas del mundo se quedará en Shibuya mientras continúa su expansión global.
Fuente: Nikkei Morning Edition, 2/2/2014